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lunes, 18 de diciembre de 2017

EL QUERER Y EL HACER

EL  QUERER  Y  EL  HACER



Estamos viviendo en tiempos difíciles, tiempos en que la maldad se ha incrementado en todos los aspectos de la vida, hoy muchas de las cosas que parecen buenas suelen tener una implicancia escondida que es mala.
Muchas personas día a día se encuentran atrapadas en cosas que tenían un propósito bueno pero que al final se han tornado en algo completamente distinto y es que conforme hemos permitido que los valores y leyes morales de Dios sean cambiados, poco a poco a la malo lo han catalogado como bueno y a lo bueno lo han llamado malo.
Debemos recordar que el pecado entro al mundo no porque el fruto del árbol prohibido fuera malo o desagradable, el pecado entro por cuanto desobedecieron a la voz de Dios que les dijo que no comieran de el, es siempre preferible obedecer a Dios aun cuando nos parezca que no tienen nada malo seguir nuestros deseos porque nosotros no tenemos el conocimiento de todas las cosas, ni podemos saber cual es la forma correcta  como debemos vivir cada día.
La mayoría de personas solo consideraba a  Dios cuando están en problemas, necesidad o enfermedad y se olvidan que Dios esta presente a nuestro lado en cada momento de nuestra vida para ayudarnos, apoyarnos y guiarnos por el buen camino, pero a diferencia del enemigo de nuestra alma, el no nos fuerza a hacer las cosas ni nos engaña para obligarnos a seguirlo.
Dios nos muestra claramente lo que debemos hacer y las implicancias que tendrán, Dios no trata de maquillar las cosas para que no nos demos cuenta de que su palabra condena muchas de las cosas que el mundo practica y que pareciera dar la felicidad que todos queremos obtener.
Debemos recordar que Dios nos ha escogido para serle un pueblo especial, santo y separado del pecado, así como escogió en el pasado al pueblo de Israel y los saco de Egipto con grandes prodigios y milagros, hoy nos escogió a nosotros para llevar su luz a los que están en las tinieblas donde el pecado los ha colocado y del cual no pueden salir por sus propios medios, sino que necesitan de Cristo y su poder para fortalecerlos y mostrarles el camino correcto, así pues somos colaboradores de Dios como que Dios les habla por medio de nosotros para que sepan la verdad y sean libres del pecado que los tiene atados y encadenados sin saberlo.
Es por ello que debemos prepararnos con toda al armadura de Dios para poder vencer al enemigo por cuanto nuestra naturaleza carnal nos guía a hacer el mal que no queremos mientras que el bien que viene de Dios solo podrá prevalecer mientras estemos en comunión con Cristo, y así como Cristo venció al maligno nosotros también podremos vencer a nuestra naturaleza carnal para hacer las obras que Dios espera de nosotros.
Seremos parte de su pueblo escogido, de una nación santa siempre que nos mantengamos unidos en Cristo y no permitamos que las influencias de este mundo no desvíen de la meta que Dios nos ha trazado, porque a diferencia de una competencia no importa si llegamos primeros, segundos o terceros, lo importante es que lleguemos a la meta y que no nos quedemos en el camino, ya que Cristo esta al final del camino esperándonos para tomarnos y llevarnos con el por la eternidad.




Que Dios nos bendiga, nos guarde e ilumine 




Juan Manuel


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