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miércoles, 31 de enero de 2024

¿ DIOS NOS ABANDONA ?

¿ DIOS NOS ABANDONA ?


La Biblia nos muestra que, a lo largo de la historia, Dios siempre ha buscado una relación cercana con su pueblo. 

Sin embargo, también es evidente que el hombre ha desobedecido y se ha alejado de Dios en repetidas ocasiones. 

A través de estas situaciones, podemos ver cómo Dios espera nuestra obediencia y fidelidad para que podamos experimentar plenamente su amor, protección y bendiciones.

Desde el principio, en el libro de Génesis, vemos cómo Dios creó a Adán y Eva para que tuvieran una relación íntima con Él, los colocó en el Jardín del Edén y les dio instrucciones claras para su bienestar y felicidad. 

Sin embargo, Adán y Eva desobedecieron a Dios al comer del árbol del conocimiento del bien y el mal, lo que resultó en la caída de la humanidad y la ruptura de la relación cercana con Dios, 

Aunque esto parece una separación de Dios, en realidad fue la elección del hombre de apartarse de la voluntad de Dios y seguir su propio camino.

A lo largo del Antiguo Testamento, vemos cómo Israel, el pueblo elegido de Dios, también se apartó repetidamente de Él, a pesar de que Dios les había dado su ley y había prometido bendiciones y protección si lo obedecían, sin embargo el pueblo constantemente se volvía a la idolatría y la desobediencia, esto resultó en el castigo y la disciplina de Dios hacia ellos. 

Sin embargo, incluso en esos momentos de castigo, Dios siempre dejaba una puerta abierta para el arrepentimiento y el regreso a Él, la famosa oración de Salomón en 2 Crónicas 7:14 ilustra esto: "Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y restauraré su tierra".

El libro de los Salmos, escrito por el rey David y otros salmistas, también revela cómo la separación y el alejamiento de Dios pueden llevar a un sentido de abandono y desesperación. 

En el Salmo 13, David pregunta: "¿Hasta cuándo, Señor, me olvidarás para siempre? ¿Hasta cuándo me esconderás tu rostro?". A pesar de estos sentimientos de abandono, David sigue confiando en Dios y reconoce su necesidad de arrepentimiento y regreso: "Pero yo en tu gran amor confío y mi corazón se alegrará en tu salvación".

La historia de los profetas también nos muestra cómo Dios llamó constantemente a su pueblo a arrepentirse y volverse a Él. 

A través de profetas como Isaías, Jeremías y Oseas, Dios expresó su amor y paciencia hacia su pueblo, a pesar de su idolatría y desobediencia constante. 

En Oseas 4:6, Dios lamenta: "Mi pueblo perece por falta de conocimiento. 

Por haber rechazado el conocimiento, yo también te rechazaré para que no seas mi sacerdote; y como has olvidado la ley de tu Dios, yo también me olvidaré de tus hijos". 

Esto muestra cómo el alejamiento de Dios es causado por nuestro propio rechazo de su verdad y su voluntad, y cómo esto nos lleva a perder sus bendiciones y ayuda.

Sin embargo, la Biblia también nos muestra que, a pesar de nuestra tendencia a apartarnos de Dios, Él siempre está dispuesto a perdonar y restaurar una relación con nosotros cuando nos arrepentimos y volvemos a Él. 

En el Nuevo Testamento, Jesús utiliza la parábola del hijo pródigo para ilustrar el amor y la bienvenida de Dios a aquellos que se alejan pero luego regresan arrepentidos. 

En Lucas 15:20, dice: "Mientras todavía estaba lejos, su padre lo vio y se compadeció de él; corrió a su encuentro, lo abrazó y lo besó". 

Esta parábola nos muestra que, incluso cuando nos alejamos de Dios, Él siempre está esperándonos con los brazos abiertos cuando decidimos volver a Él.

Además, en el Nuevo Testamento, Jesús nos promete la ayuda y el apoyo del Espíritu Santo para aquellos que creen en Él y siguen su voluntad. 

En Juan 14:16-17, Jesús dice: "Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros".

Entonces, ¿qué podemos aprender de estas enseñanzas bíblicas? Dios nunca nos abandona, sino que somos nosotros quienes nos apartamos de Él al desobedecer y alejarnos de su voluntad. Sin embargo, incluso cuando nos alejamos, Dios siempre está dispuesto a perdonarnos y restaurar nuestra relación con Él cuando nos arrepentimos y volvemos. Además, Dios promete su ayuda, apoyo y bendiciones para aquellos que permanecen fieles y obedientes a su voluntad a través de su amor y la presencia constante del Espíritu Santo.

En resumen, la Biblia nos enseña que Dios nunca nos abandona, sino que somos nosotros quienes nos apartamos de Él al desobedecer y seguir nuestro propio camino. 

Sin embargo, a pesar de esto, Dios siempre está esperándonos con los brazos abiertos cuando decidimos volver a Él. 

Él promete su amor, apoyo y bendiciones para aquellos que permanecen fieles y obedientes a su voluntad, y nos ofrece el consuelo y la guía del Espíritu Santo. 

La elección está en nuestras manos: podemos elegir seguir nuestra propia voluntad y enfrentar las consecuencias o podemos volver a Dios y experimentar plenamente su amor y bendiciones en nuestras vidas.

Que Dios nos bendiga, nos guie e ilumine


Juan Manuel

domingo, 28 de enero de 2024

EL BIEN Y EL MAL

EL BIEN Y EL MAL 


Hay preguntas que muchas personas me hacen y quiero compartirlas con ustedes para ayudarlos a tener un poco de claridad al respecto.


¿Cómo un Dios tan puro y santo que creó todas las cosas perfectas permitió la existencia del diablo y que este tentara a Adán y Eva?

-- Esa es una pregunta compleja y profundamente teológica, según la creencia cristiana, Dios creó a los seres humanos con libre albedrío, lo que significa que tenemos la capacidad de elegir entre el bien y el mal. 

Permitir la existencia del diablo y que tentara a Adán y Eva fue parte de esa elección, al darles libertad, Dios les dio la oportunidad de amarlo y obedecerlo de manera voluntaria. 

Lamentablemente, ellos eligieron desobedecer a Dios y caer en la tentación del diablo, aunque el pecado y el mal existen en el mundo, Dios también ofrece el perdón y la salvación a través de Jesucristo.

¿Cómo es que un Dios tan bueno, puro y santo  permite toda la maldad que hay en el mundo? 

-- Es importante comprender que Dios es bueno, puro y santo, pero también es un Dios de amor y de libre albedrío, cuando creó a los seres humanos, les dio la capacidad de elegir entre el bien y el mal, en su amor, Dios desea que los seres humanos le amen y le sigan por elección propia, no por imposición.

El mal y la maldad en el mundo son producto de las decisiones y acciones humanas, Dios no es el autor del mal, sino que lo permite para preservar nuestra libertad y dar lugar a la responsabilidad humana, el sufrimiento y la maldad no son deseos de Dios, sino las consecuencias de la elección humana de alejarse de su voluntad perfecta.

Sin embargo, Dios no se mantiene indiferente ante el sufrimiento humano, el está presente y activo en el mundo, ofreciendo consuelo, esperanza y redención, a través de Jesucristo, Dios se hizo humano y experimentó el sufrimiento, mostrando su compasión y amor por nosotros.

¿Si es tan bueno, puro y santo por que no hace  algo para acabar con el mal y el pecado del mundo? 

-- En cuanto a por qué Dios no acaba con el mal y el pecado de manera instantánea, hay varias razones posibles, una es que Dios otorga a los seres humanos un tiempo para arrepentirse y volverse hacia él, Dios desea que todos sean salvos y les da la oportunidad de cambiar. Además, la existencia del mal en el mundo puede permitir el crecimiento espiritual y la formación del carácter en las personas, así como también poder ejercer nuestra libre voluntad.

Es importante recordar que nuestra comprensión del mundo y de Dios es limitada, no podemos comprender completamente los caminos y propósitos de Dios, su sabiduría y su conocimiento trascienden nuestra comprensión humana, confiamos en que Dios tiene un plan perfecto y que, en su tiempo y manera, acabará con todo el mal y restaurará la plenitud de su reino.

-- Por todo ello, aunque la existencia del mal y el sufrimiento es difícil de entender, confiamos en que Dios es bueno, puro y santo, Él nos ama y nos ofrece su redención a través de Jesucristo, si bien no podemos entender completamente sus caminos, confiamos en su sabiduría y creemos que Él tiene un plan para acabar con el mal y el pecado en el mundo.

Juan Manuel.