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jueves, 26 de junio de 2025


La Venida del Señor

¿Estás listo para el gran día?


Por Juan Manuel – Coach Cristiano de Vida

 

 “Porque el Señor mismo, con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo…”

(1 Tesalonicenses 4:16)

Vivimos días donde el ruido del mundo busca distraernos de las promesas eternas. 

Noticias que alarman, redes sociales que consumen, metas terrenales que nos absorben… pero hay una verdad que retumba como trompeta en el espíritu de todo hijo de Dios: 

¡El Señor viene!

Y no es un mito. 

No es una metáfora. 

Es una promesa firme, registrada en la Escritura, y específicamente descrita en 1 Tesalonicenses 4:13 al 5:11. 

Este pasaje no solo informa, transforma. 

Es un llamado urgente a vivir con propósito, con sobriedad y con esperanza. 

Un recordatorio poderoso de que la historia no termina aquí, sino que apenas comenzará cuando Cristo regrese.

No como los que no tienen esperanza

El apóstol Pablo comienza diciendo:

“No queremos que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.” (4:13)

Hoy, más que nunca, el mundo necesita esperanza. 

Pero no una esperanza frágil basada en circunstancias, sino una esperanza viva, fundamentada en la resurrección de Cristo. Porque si Él resucitó, también nosotros viviremos con Él.

¿Has perdido a un ser querido en Cristo? ¿Temes al futuro? 

Este mensaje es para ti: la muerte no es el final para los que están en Jesús. 

Vendrá el día en que los muertos en Cristo resucitarán primero, y los que estemos vivos, seremos arrebatados con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire (v.17).

¡Qué gloriosa esperanza! 

¡Qué destino eterno nos espera!

No hay fecha, pero sí señales

Pablo es claro:

“El día del Señor vendrá como ladrón en la noche” (5:2)

No podemos marcar una fecha en el calendario, pero sí discernir los tiempos. 

Las señales están frente a nosotros: guerras, apostasía, frialdad espiritual, aumento de la iniquidad. 

Todo apunta al pronto regreso de Jesús.

Y aquí viene la pregunta crucial: 

¿Estás listo?

Muchos viven como si este mundo fuera eterno. Pero tú, que has conocido la verdad, sabes que nuestra ciudadanía está en los cielos. 

No te duermas. 

No te distraigas. 

No te conformes a este siglo. 

El regreso de Cristo es inminente y nos llama a estar velando y sobrios (5:6).

Vestidos de fe, amor y esperanza

Pablo nos da instrucciones claras sobre cómo debemos esperar este glorioso día:

  • Con fe: Creyendo en cada promesa, en cada palabra profética que anuncia Su retorno.

  • Con amor: Viviendo relaciones sanas, sirviendo, perdonando, abrazando al prójimo.

  • Con esperanza: Anclados en la eternidad, sin miedo al futuro, porque nuestro destino está seguro en Él.

“Pero nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo.” (5:8)

¡Qué imagen poderosa! 

Una iglesia despierta, activa, revestida de armas espirituales, no dormida ni entretenida con las cosas pasajeras. 

Este es el tipo de iglesia que Cristo viene a buscar: una novia preparada, sin mancha ni arruga.

Un llamado urgente a tu corazón

Este mensaje no es solo informativo. 

Es un llamado a la acción. 

A revisar tu vida. 

A volver a lo esencial. 

A dejar lo tibio, lo superficial y lo temporal… y abrazar lo eterno, lo verdadero, lo celestial.

Querido lector, no vivas como si Jesús no fuera a volver. 

No te acomodes. 

No te distraigas. 

No juegues con tu salvación.

Hay almas que salvar. 

Hay una iglesia que edificar. 

Hay una corona que ganar.

Palabras clave para tu corazón. 

🔥 "La venida del Señor está cerca"
🔥 "Jesús viene pronto"
🔥 "Prepárate para el regreso de Cristo"
🔥 "Esperanza cristiana en tiempos difíciles"
🔥 "El arrebatamiento según la Biblia"
🔥 "1 Tesalonicenses explicado"
🔥 "Mensaje cristiano de esperanza y alerta espiritual"

Estos no son solo términos de búsqueda. Son flechas que atraviesan corazones y tocan vidas en medio del caos digital.

¿Qué debes hacer hoy?

  1. Examina tu vida. 

  2. ¿Estás caminando en santidad?

  3. Busca al Señor cada día. 

  4. No te conformes con lo superficial.

  5. Comparte este mensaje. Que otros también escuchen el sonido de la trompeta antes que sea tarde.

  6. Vive como si Cristo viniera hoy. Porque puede que lo haga.

Conclusión: No dormidos, sino despiertos

El apóstol Pablo cierra este pasaje con una promesa que aún hoy nos sacude el alma:

“Porque no nos ha puesto Dios para ira, sino para alcanzar salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo…” (5:9)

Amado lector, Cristo no viene para condenarte, sino para encontrarse contigo. 

Pero solo si estás listo. 

Solo si has creído. 

Solo si vives en luz y no en tinieblas.

El día se acerca. 

Las señales son claras. 

El Espíritu y la Iglesia dicen: 

“¡Ven, Señor Jesús!”

🕊️ ¿Y tú? 

¿Estás preparado para el regreso glorioso del Rey?

Déjame tu comentario, tu experiencia, tu inquietud. 

Este espacio es para crecer juntos. 

Comparte este mensaje con tus amigos, tu familia, tu iglesia. 

Avivemos el fuego de la esperanza en los corazones.

✨ No se trata de miedo, se trata de preparación.
✨ No se trata de religión, se trata de relación.
✨ No se trata del fin, se trata del comienzo de la eternidad con Cristo.

Escríbeme si deseas oración, acompañamiento o formación espiritual.
Estoy aquí para ayudarte a vivir preparado.

📩 @juanmanuelcoach | 📘 Juan Manuel – Coach Cristiano de Vida
#LaVenidaDelSeñor #CristoViene #EsperanzaEterna #1Tesalonicenses #MensajeCristiano #EvangelioDeEsperanza #PreparadosParaElRegreso #JuanManuelCoachCristiano


martes, 24 de junio de 2025




¡Velad! La Urgente Llamada a Esperar la Segunda Venida de Cristo

Por Juan Manuel, Coach cristiano de Vida

"Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor" (Mateo 24:42).

Vivimos tiempos de incertidumbre, ruido y distracción. 

La vida moderna ha saturado nuestra mente con información, compromisos y falsas prioridades.

Pero hay una verdad gloriosa que permanece firme en medio del caos: 

¡Cristo viene otra vez!

En este artículo poderoso e inspirador, descubrirás por qué es vital velar y esperar activamente la segunda venida del Señor Jesucristo, cuáles son las consecuencias espirituales y emocionales de ignorar esta promesa, y cómo puedes experimentar la bendición y el gozo eterno de vivir vigilante. 

Lo haremos desde la perspectiva de la fe cristiana evangélica, con herramientas del coaching de vida y la Programación Neurolingüística (PNL), para que puedas aplicar esta verdad a tu presente y futuro.


🔥 ¿Por qué debemos velar y esperar a Cristo?

Velar no es solo esperar con paciencia, es estar despiertos, activos y alineados con el propósito de Dios. 

En Marcos 13:33 se nos advierte:

"Mirad, velad y orad; porque no sabéis cuándo será el tiempo."

Velar es vivir con enfoque, propósito y expectativa. Es tener una mente renovada (Romanos 12:2) y un corazón sensible al mover del Espíritu Santo.

Desde la perspectiva del coaching de vida, velar significa:

  • Vivir con visión a largo plazo.
    ¿Cuál es tu propósito eterno? 

  • ¿Dónde están puestas tus prioridades?

  • Tomar decisiones alineadas con valores espirituales.
    No solo lo que conviene, sino lo que edifica.

  • Mantener una mente alerta.
    Según la PNL, tu mente filtra la realidad según tus creencias. 

  • Si crees que Cristo vendrá, tus acciones reflejarán esa verdad.


💣 Las consecuencias de no velar: cuando la rutina adormece el alma

Jesús fue claro con la parábola de las diez vírgenes (Mateo 25:1-13). Cinco fueron insensatas: no se prepararon, y cuando el Esposo llegó, fue demasiado tarde.

No velar por la segunda venida de Cristo puede llevar a:

  • Vivir en distracción.
    El enemigo no necesita destruirte, solo necesita distraerte. 

  • Redes sociales, preocupaciones terrenales, entretenimiento vacío... todo puede convertirse en anestesia espiritual.

  • Desalineación emocional y espiritual.
    Pierdes la paz, la visión, el propósito. Comienzas a vivir por reacción, no por dirección.

  • Decisiones sin fundamento eterno.
    Si no esperas al Rey, vivirás como si nunca fueras a rendir cuentas.

  • Estancamiento espiritual.
    Apocalipsis 3:15-16 nos habla de los tibios:

    "Conozco tus obras, que ni eres frío ni caliente... te vomitaré de mi boca."

¿Estás tú velando? 

¿O has caído en un letargo espiritual que te impide ver la eternidad que se acerca?


🌅 Las bendiciones de esperar al Rey: vivir con propósito eterno

Los que velan no solo evitan consecuencias: viven en bendición continua. 

En Lucas 12:37 Jesús dice:

"Bienaventurados aquellos siervos a los cuales, cuando su Señor venga, los halle velando."

Las bendiciones de velar son incontables:

  1. Paz en medio del caos.
    Quien espera a Cristo, no se desespera con el mundo. Tiene una ancla en la eternidad.

  2. Dirección clara.
    Cada decisión se filtra por esta pregunta: ¿Esto glorifica a Dios y me prepara para su venida?

  3. Intimidad con el Espíritu Santo.
    La espera activa cultiva una vida de oración, ayuno y búsqueda genuina de Dios.

  4. Victoria sobre el pecado.
    Cuando vives esperando al Rey, no te conformas con migajas del mundo.

  5. Esperanza inquebrantable.
    No importa lo que pase en la política, la economía o la sociedad. 

  6. El Rey viene. Y tú estás listo.


#VelarEsVivir — Tu nueva mentalidad para los últimos tiempos

En coaching decimos: “Tu vida se mueve en la dirección de tus pensamientos más dominantes.”
La Biblia dice:

“Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; porque de él mana la vida” (Proverbios 4:23).

Velar es una actitud del corazón y de la mente. Es renovar tu forma de pensar (Romanos 12:2) para vivir como hijo del día, no de la noche.

Reprograma tu vida para velar:

  • Haz un diario de oración y expectativas.

  • Declara cada día: “Jesús, estoy esperando tu regreso.”

  • Rodéate de personas que te animen en la fe.

  • Consume contenido bíblico, inspirador y eterno (como este artículo).

  • Hazte preguntas poderosas:

    • ¿Estoy listo si Cristo viniera hoy?

    • ¿Qué cambios haría si supiera que viene en 30 días?


🔑 #CristoViene — La motivación que transforma tu vida

Esperar la segunda venida de Cristo no es un mensaje para atemorizar, sino para vivir en poder, propósito y plenitud.
Es el combustible del alma del cristiano. 

La motivación del siervo fiel. 

La alegría de los que saben que su redención está cerca.

No es casualidad que estés leyendo esto ahora. Dios está despertando a su Iglesia. 

Te está llamando a velar. 

A despertar. A prepararte.

"Y ahora, hijitos, permaneced en él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza, para que en su venida no nos alejemos de él avergonzados" (1 Juan 2:28).


📩 ¿Quieres prepararte mejor para su venida?

Si este mensaje ha tocado tu corazón y deseas recibir más recursos, acompañamiento, entrenamientos cristianos, o simplemente hablar con alguien que te entienda y te anime, no dudes en escribirme.

Estoy aquí para ayudarte a crecer, despertar y vivir plenamente el llamado que Dios tiene para ti.

📥 Escríbeme hoy mismo y comienza tu transformación.

No estás solo. 

¡Estamos velando juntos!


✍️ Juan Manuel

Coach cristiano de Vida
Mensajero de esperanza. Entrenador del alma. Portador del llamado eterno.

  • #CristoViene

  • #VelarYOrar

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  • #CoachingCristiano

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  • #DespiertaIglesia

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  • #CoachingConBiblia


domingo, 22 de junio de 2025



Renueva tu mente, cambia tu corazón, 

vive en victoria con Jesús

Vivimos tiempos en los que el ruido del mundo intenta llenar nuestra mente de temor, duda y confusión. 

Las redes sociales, los medios de comunicación y la rutina diaria nos arrastran hacia pensamientos negativos, ansiedad y estrés. 

Pero hay una verdad que permanece firme y poderosa: Dios quiere transformar tu vida desde adentro hacia afuera.

La transformación verdadera no empieza cambiando lo externo, sino lo interno. 

Jesús no vino a modificar tu situación; vino a renovar tu mente, sanar tu corazón y llevarte a una vida de victoria. 

Esa es la verdadera buena noticia del Evangelio. No importa cuán rota esté tu historia, cuán lejos te hayas sentido de Dios o cuán imposible parezca salir del hoyo: con Cristo, todo es posible.


1. Renueva tu mente: el primer paso hacia una vida diferente

 

“No se conformen a este mundo, sino transfórmense por medio de la renovación de su mente…” —Romanos 12:2

La batalla más grande no ocurre en tu entorno, sino en tu mente. 

Si tus pensamientos están alineados con la verdad de Dios, nada podrá derrotarte. 

Pero si permites que el miedo, la inseguridad y la mentira gobiernen tu mente, aún teniendo fe, vivirás limitado.

Renovar tu mente es reemplazar los pensamientos del mundo con las promesas de Dios. 

Es dejar de decir “no puedo” para empezar a declarar “todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). 

Es dejar de ver los fracasos como el final, y comenzar a verlos como el comienzo de un nuevo nivel de fe.

🔥 Frases clave para renovar tu mente:

  • No aceptes pensamientos que Dios nunca pensó sobre ti.

  • Tu mente no es un basurero de temores, sino un campo fértil para las promesas de Dios.

  • La fe empieza donde termina la lógica y comienza la renovación espiritual.


Consejo de vida: Empieza cada mañana meditando en la Palabra. 

Aunque sea solo un versículo, deja que esa verdad dirija tu día.


2. Cambia tu corazón: deja que Dios sane lo que tú no puedes cambiar

 

“Dame, hijo mío, tu corazón, y no pierdas de vista mis caminos.” —Proverbios 23:26

Muchos intentan cambiar su vida sin cambiar su corazón. 

Pero un corazón herido, lleno de orgullo, enojo, resentimiento o tristeza, es incapaz de sostener una vida plena. 

Dios no solo quiere perdonarte, quiere sanarte.

Cambiar el corazón no significa volverse emocional o vulnerable sin sentido; significa permitir que el Espíritu Santo reemplace lo que nos está destruyendo por dentro. 

Solo Él puede sacar el odio y poner amor, quitar la culpa y traer paz, cambiar la indiferencia por compasión.

❤️ Frases clave para cambiar tu corazón:

  • No puedes avanzar si tu corazón está atado al pasado.

  • Lo que no sanas, lo repites. 

  • Pero lo que entregas a Jesús, Él lo redime.

  • Cambiar de vida sin cambiar de corazón es como llenar una vasija rota.

Desafío personal: Haz una oración sincera hoy. Pídele a Dios que toque lo más profundo de tu ser.

Él no rechaza un corazón quebrantado y humillado (Salmo 51:17).


3. Vive en victoria con Jesús: tu pasado no determina tu futuro

 

“Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo.” —1 Corintios 15:57

La victoria no es ausencia de problemas, es presencia de propósito. 

No es caminar sin tropiezos, sino saber que cada paso tiene sentido porque Dios va contigo.

Jesús no prometió una vida sin luchas, pero sí prometió estar contigo hasta el fin (Mateo 28:20). 

Y cuando Él está contigo, no importa el tamaño del gigante, ni lo oscuro del valle, ni lo profundo del pozo. 

Con Jesús, ya venciste.

🕊️ Frases clave para vivir en victoria:

  • No luches por la victoria, lucha desde la victoria que ya Cristo te dio.

  • No importa cómo empezó tu historia, lo que importa es cómo la termina Dios.

  • Vivir en Cristo es vivir con esperanza, aunque el mundo se derrumbe.

Llamado final: Hoy puedes empezar de nuevo. No tienes que esperar a mañana. 

Este es tu momento. 

Este es tu día. 

Jesús te llama a vivir en victoria.


🎯 Conclusión poderosa para el alma.

Renueva tu mente con la Palabra, cambia tu corazón con la presencia de Dios, y vive en victoria caminando con Jesús.

No hay atajo. 

No hay truco. 

Solo hay una Verdad que libera, sana y transforma: Jesús es el camino, la verdad y la vida.

✅ Si hoy escuchas su voz, no endurezcas tu corazón.
✅ Si sientes que ya no puedes más, recuerda que en tu debilidad, Su poder se perfecciona.
✅ Si quieres comenzar de nuevo, solo necesitas abrir tu corazón.


✨ ¿Cómo aplicar esto en tu vida diaria?

  • Lee la Biblia al comenzar tu día. Aunque sea un versículo, hazlo vida.

  • Escribe tus pensamientos y reemplaza las mentiras con las promesas de Dios.

  • Rodéate de personas que te impulsen a crecer en tu fe.

  • Ora, aunque sea en silencio, en medio del caos. 

  • Dios te escucha.

  • Comparte este mensaje; Tal vez alguien necesita esta palabra más de lo que imaginas.


🔁 Comparte este mensaje si crees que Dios aún transforma vidas.
💬 Escribe “AMÉN” si decides renovar tu mente, cambiar tu corazón y vivir en victoria con Jesús.
📩 Etiquétale a alguien que necesita un nuevo comienzo.


Escrito por Juan Manuel
Coach cristiano de vida | Inspirando fe, transformación y propósito desde la Palabra de Dios.



sábado, 21 de junio de 2025


¿Dónde estás, Señor?

La pregunta que revela más de ti que de Dios


Vivimos en una época donde las crisis parecen no dar tregua. 

Problemas económicos, enfermedades, relaciones rotas, conflictos sociales y una ansiedad generalizada que carcome la esperanza de millones. 

En medio de todo esto, surge una pregunta que ha cruzado los siglos y que aún sigue latiendo en el corazón del ser humano: 

“¿Dónde estás, Señor?”

Pero, ¿y si esa no es la pregunta correcta? 

¿Y si, en lugar de cuestionar dónde está Dios, debiéramos preguntarnos dónde estamos nosotros?


La raíz de nuestra desconexión

¿Falta Dios o faltamos nosotros?


Cuando las cosas van mal, es común que miremos al cielo con enojo o desesperación. Sentimos que Dios se ha ausentado, que no responde, que ha guardado silencio. 

Pero la verdad —dura, sí, pero liberadora— es que Dios no se ha movido. 

Él sigue en el mismo lugar. 

Somos nosotros quienes nos hemos alejado.

Desde el principio de los tiempos, el ser humano ha tenido la tendencia de romper la comunión con Dios. 

En el libro de Génesis encontramos la primera gran desconexión: Adán y Eva, al desobedecer el mandato divino, no solo desataron consecuencias sobre toda la humanidad, sino que también marcaron el inicio de una humanidad que constantemente quiere tomar decisiones sin Dios, pero esperar resultados divinos.

Génesis 3:9 dice: “Mas Jehová Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?”
Fíjate que no fue Adán quien buscó a Dios, sino que fue Dios quien lo llamó. 

Hoy no es diferente. 

Dios sigue buscando corazones dispuestos, sigue extendiendo su gracia. 

Pero muchos siguen escondiéndose detrás de sus excusas, sus miedos o su orgullo.


La herencia del árbol prohibido

Conocimiento sin sabiduría


Cuando Dios les prohibió a Adán y Eva comer del árbol de la ciencia del bien y del mal, no era porque quería mantenerlos ignorantes. 

Era porque sabía que el conocimiento sin obediencia genera confusión, orgullo y rebeldía.

Hoy vivimos las consecuencias de ese acto original: nos sentimos dioses de nuestro propio destino, idolatramos el conocimiento, la ciencia, la fama, el dinero y nos volvemos sordos a la voz de nuestro Creador. 

En vez de buscar su dirección, confiamos en métodos humanos, en filosofías vacías o en religiones sin Espíritu.

Como coach cristiano de vida, he podido ver cómo muchas personas llegan a un punto de quiebre no porque Dios las haya abandonado, sino porque construyeron sus vidas fuera del diseño de Dios. 

Y tarde o temprano, todo lo que no se construye sobre la roca se derrumba (Mateo 7:24-27).


Dios no es un bombero espiritual


Uno de los errores más comunes hoy es tratar a Dios como un “bombero espiritual”: solo lo llamamos cuando el fuego de la vida se sale de control. 

Pero Dios no quiere tener una relación basada en emergencias, sino en comunión.

Juan 15:5 nos recuerda: “Separados de mí, nada podéis hacer”.
No dice “poco”, dice nada. Es tiempo de volver a conectarnos con el propósito eterno de Dios, no como una medida desesperada, sino como un estilo de vida. 

Porque Dios no quiere solo salvarnos del problema, quiere transformarnos en medio de él.


El precio de la desobediencia no lo impone Dios, lo generamos nosotros


Dios nos dio libre albedrío. 

Pero con libertad viene responsabilidad. 

Cuando decidimos ignorar los principios divinos —amor, verdad, fidelidad, integridad, humildad— generamos una cadena de consecuencias que luego, injustamente, atribuimos a Dios.

Dios no castiga como un tirano; Él permite que cosechemos lo que sembramos. No por maldad, sino por justicia. 

Si sembramos egoísmo, cosechamos soledad. 

Si sembramos mentira, cosechamos desconfianza. 

Si sembramos infidelidad, cosechamos dolor. 

Es la ley espiritual del sembrar y cosechar (Gálatas 6:7).


El enemigo sigue activo

ídolos modernos, corazones vacíos


Hoy, el enemigo no necesita que la gente adore estatuas. 

Le basta con que adoren sus deseos, sus redes sociales, sus cuentas bancarias o su ego. 

El mismo engañador que sedujo a Eva sigue activo, disfrazado de tendencias, placeres o supuesta libertad.

Muchos han cambiado al Dios verdadero por ídolos huecos. 

Como dice Jeremías 2:13: “Porque dos males ha hecho mi pueblo: me dejaron a mí, fuente de agua viva, y cavaron para sí cisternas rotas que no retienen agua.”

Cuando buscamos en las cosas del mundo lo que solo Dios puede darnos —amor incondicional, paz verdadera, propósito eterno— terminamos vacíos, frustrados y rotos.


Jesucristo

la respuesta eterna a nuestro clamor


En medio de tanto ruido, dolor y confusión, Dios ya dio una respuesta definitiva a la pregunta “¿Dónde estás, Señor?”:
La dio en la cruz.

Dios no se quedó en el cielo observando nuestro dolor. Se hizo hombre, habitó entre nosotros, sanó, liberó, amó… y murió para rescatarnos.
Juan 3:16 sigue siendo la clave: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”

Hoy, más que nunca, necesitamos volver a ese amor. 

No a una religión fría, sino a una relación real con el Cristo resucitado. 

Jesús no solo vino a perdonar nuestros pecados, sino a darnos una nueva identidad, un nuevo comienzo y una eternidad segura.

Dios sigue en el mismo lugar. 

¿Y tú, dónde estás?

¿Estás huyendo como Adán? 

¿Escondiéndote en tus excusas, tu rutina o tu autosuficiencia? 

¿O estás listo para responder al llamado de Dios y volver a su presencia?

No esperes a que la vida te lleve al límite para buscar a Dios. 

No lo reduzcas a una solución temporal. 

Hazlo el centro de tu existencia.


Una invitación como coach cristiano de vida


Si hoy estás leyendo esto y algo dentro de ti se remueve, no lo ignores. 

Es el Espíritu Santo tocando tu corazón. 

Dios no te condena por haberte alejado, te invita a volver. 

No importa cuán lejos hayas llegado, su gracia sigue siendo mayor.

Como coach cristiano, quiero invitarte a que tomes decisiones espirituales con la misma intencionalidad con la que tomas decisiones laborales, físicas o emocionales. 

La vida no mejora por accidente, mejora cuando decides alinearte al propósito eterno de Dios.

Haz una pausa hoy. 

Apaga el ruido. 

Lee Su Palabra. 

Habla con Él. 

No necesitas palabras elegantes, solo un corazón sincero. 

Porque Dios no busca perfección, busca disposición.


Conclusión

La respuesta siempre ha sido Dios


En un mundo que cambia, Dios permanece fiel. En una sociedad que duda, Él sigue siendo la Verdad. 

En medio del dolor, la confusión o el fracaso, Dios no se ha ido. 

Él sigue esperando con los brazos abiertos.

Entonces, la próxima vez que te preguntes: “¿Dónde estás, Señor?”, recuerda que Él sigue ahí.
La verdadera pregunta es: ¿Dónde estás tú?

Por Juan Manuel – Coach Cristiano de Vida


sábado, 31 de mayo de 2025

 

El Llamado
Inaplazable de 
Nuestra Generación


Un grito silencioso en medio del ruido digital

Vivimos en la era de la sobreinformación. 

Cada segundo, millones de publicaciones se comparten en redes sociales, videos se suben a plataformas digitales y conversaciones inundan los chats de todo el mundo. 

Sin embargo, en medio de ese ruido ensordecedor, se eleva un grito silencioso, casi imperceptible, pero real: el clamor de una generación que busca algo más profundo, más verdadero, más eterno.

No es casualidad que hoy, más que nunca, aumenten los índices de depresión, ansiedad y suicidio. 

A pesar de contar con más tecnología y recursos que nunca en la historia, millones de personas se sienten solas, vacías y desorientadas. 

¿Por qué? 

Porque el alma humana no puede ser satisfecha con likes, seguidores o logros materiales. 

El alma fue diseñada para algo eterno, y solo Cristo puede llenar ese vacío.

En este contexto, compartir a Jesús no es una tarea secundaria ni un simple acto religioso. 

Es, en palabras claras y actuales, un acto de amor radical. 

Es encender una luz en medio de la oscuridad. Es ofrecer vida donde reina la muerte. 

Es, en definitiva, responder al llamado urgente de nuestra generación.


La misión sigue vigente

El mandato que no caduca


Cuando Jesús se despidió de sus discípulos antes de ascender al cielo, no les dio un mensaje opcional o motivacional. 

Les dejó un mandato eterno: 

“Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones...” (Mateo 28:19-20). 

Este mandato no fue dirigido exclusivamente a pastores, evangelistas o líderes religiosos. 

Fue dado a todos los que deciden seguirle.

Ese “id” sigue vigente hoy. 

No importa si eres joven o adulto, si tienes miles de seguidores o si apenas manejas un teléfono. 

Si conoces a Jesús, tienes una misión. 

Y el mundo necesita desesperadamente que la cumplas.

Vivimos una paradoja: nunca ha sido tan fácil compartir un mensaje (gracias a internet), pero nunca ha habido tanto silencio sobre lo más importante: el evangelio de Cristo.

¿Por qué compartir a Jesús es tan urgente hoy?

  1. - Porque el dolor está al alcance de un clic: Basta con entrar a redes sociales o leer las noticias para ver cuánto sufrimiento hay en el mundo. 
    - Familias rotas, jóvenes sin propósito, personas atrapadas en adicciones, ideologías confusas que distorsionan la identidad humana. 
    - El mundo necesita respuestas verdaderas.
    - Porque muchos nunca escucharon de Jesús de manera real: 
    - Aunque algunos han oído el nombre de Jesús, muchos jamás han conocido su verdadero carácter. 
    - Lo ven como una figura religiosa lejana, no como el Salvador que transforma vidas, sana heridas y da propósito eterno.
    - Porque tú y yo fuimos rescatados para rescatar: 
    - No fuimos salvados solo para disfrutar la salvación. 
    - Fuimos llamados a extenderla. 
    - Dios no obra solo a través de ángeles; 
    - Él usa personas como tú y como yo, dispuestas a decir “sí” en medio de su debilidad
    .

La transformación comienza al compartir

Muchas veces pensamos que compartir a Jesús es un acto para otros, pero la realidad es que también es una herramienta para nuestro propio crecimiento espiritual. 

Cuando testificas, tu fe se fortalece. 

Cuando hablas de lo que Dios ha hecho en tu vida, tu amor por Él se profundiza. 

Cuando te atreves a evangelizar, tus miedos se desvanecen.

Compartir a Cristo no solo transforma al oyente; te transforma a ti. 

Te moldea, te sacude, te llena de gozo. 

Porque no hay mayor privilegio que ser embajador del Reino en un mundo que agoniza.

5 claves prácticas para compartir a Jesús con poder en la actualidad

1. Vive lo que predicas

Tu vida es el mensaje más potente que puedes transmitir. 

No se trata de aparentar perfección, sino de mostrar transformación. 

¿Qué ven tus amigos en ti? 

¿Paz en medio del caos? 

¿Gozo en medio de las pruebas? 

¿Amor genuino por los demás? 

Eso es lo que predica sin palabras.

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2. Conviértete en un creador de contenido con propósito

No necesitas ser influencers para impactar. 

Un simple mensaje, una historia personal, una oración compartida puede cambiar el día (y la vida) de alguien. 

Usa tus redes sociales como herramientas misioneras. 

Jesús no se queda dentro de las iglesias; también quiere brillar en Instagram, Facebook y TikTok.

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3. Ora cada día por oportunidades divinas

Dios coloca personas a nuestro alrededor con hambre espiritual. Ora para que el Espíritu Santo te muestre a quién hablar, qué decir y cómo hacerlo. Él abre puertas que ni te imaginas.

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4. Escucha con el corazón

Muchas veces, la mejor forma de evangelizar es escuchar. 

Sí, escuchar. 

La mayoría de las personas necesitan desahogarse, sentirse comprendidas. 

Y en esa escucha, puedes mostrar el amor de Jesús. 

Recuerda: evangelizar no es recitar versículos como robot, es conectar desde el corazón.

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5. Invita sin imponer

El evangelio es una invitación, no una imposición. Sé claro con tu fe, pero respeta los procesos de cada persona. Jesús nunca forzó a nadie; Él atraía por amor.

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Vence el temor: 

No necesitas ser perfecto

Uno de los mayores obstáculos para compartir a Jesús es el miedo. 

Temor al rechazo, a equivocarnos, a que nos tilden de fanáticos. 

Pero la Biblia nos recuerda algo poderoso: 

"Dios no nos ha dado espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio" (2 Timoteo 1:7).

No necesitas tener todas las respuestas. 

No necesitas ser un teólogo. 

Solo necesitas estar dispuesto. 

El Espíritu Santo se encargará del resto.

Dios no llama a los capacitados. 

Él capacita a los que llama.

El impacto eterno de una semilla sembrada

Tal vez pienses que lo que haces es pequeño. 

Una palabra de ánimo, una invitación a orar, una publicación sobre Jesús. 

Pero no subestimes el poder de una semilla. Jesús dijo que el Reino de Dios es como un grano de mostaza: pequeño, pero con potencial de crecer y dar fruto abundante.

Tu acto de obediencia puede ser el inicio de una historia de redención. 

No lo sabrás hasta el cielo. 

Pero cada alma alcanzada vale más que todo el oro del mundo.

Un compromiso que comienza hoy

Hoy tienes una decisión frente a ti. 

Puedes seguir con la rutina, viviendo una fe silenciosa y cómoda. 

O puedes dar un paso de fe y decir: 

“Aquí estoy, Señor. Úsame”.

El mundo no necesita más entretenimiento. Necesita esperanza. 

Necesita verdad. 

Necesita a Jesús. 

Y tú tienes ese tesoro en tus manos.

Haz un compromiso: cada día, en cada lugar, con cada persona, buscar una oportunidad para reflejar a Cristo. 

No necesitas hacerlo todo. 

Solo necesitas ser luz en tu esquina del mundo. 

Y recuerda: cuando tú compartes a Jesús, compartes vida, libertad, salvación y eternidad.

Palabras Finales: 

Una generación que se levanta

Hay una generación que se está levantando. 

Una generación que no se conforma con una fe superficial. 

Una generación que entiende que evangelizar no es un evento, sino un estilo de vida. 

Esa generación puede comenzar contigo.

Que cada palabra, cada publicación, cada gesto, cada conversación tuya sea una oportunidad para llevar a otros a los pies del Maestro.

Jesús es todo. 

Y compartirlo no es una carga; es un privilegio glorioso.

Juan Manuel
Coach cristiano de vida


viernes, 30 de mayo de 2025

 Levántate y Anda


"El Poder Transformador de

la Fe y la Esperanza en Cristo”



¿Qué te está atando hoy?


Vivimos en un mundo que corre, compite y lucha por sobrevivir. 

Millones de personas se sienten paralizadas: no físicamente como el cojo de nacimiento en Hechos capítulo 3, pero sí emocional, espiritual y mentalmente. 

Algunos están atados al pasado, otros por el miedo al futuro, otros por la culpa, el pecado o la falta de identidad. 

¿Qué es lo que te tiene postrado a ti? 

¿Qué puerta del templo de tu vida se ha cerrado para siempre… o eso crees?

Hoy quiero hablarte como coach cristiano de vida, pero también como tu hermano en la fe. Quiero llevarte de la mano hacia un encuentro con el poder sanador de Jesús, un poder que no solo transforma piernas inútiles en fuerza renovada, sino que transforma corazones rotos en testimonios vivientes. 

Este mensaje está inspirado en el poderoso capítulo 3 del libro de los Hechos, y respaldado por las enseñanzas eternas de la Palabra de Dios.


Un encuentro inesperado con el destino divino


En Hechos 3, Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora de la oración. 

Allí se encontraba un hombre cojo de nacimiento, que todos los días era llevado a la puerta llamada Hermosa para pedir limosna. Este hombre no conocía otra forma de vivir que depender de otros. 

Su condición le había robado el poder de soñar, de avanzar, de sentir que tenía propósito.

¿Te identificas? 

¿Sientes que hay una parte de tu vida que lleva años sin cambiar? 

Tal vez una lucha emocional, un fracaso, un pecado oculto, un vacío interior que nada puede llenar. 

Como coach de vida cristiano, te digo esto: no importa cuánto tiempo hayas estado postrado, ni cuántos años hayas vivido esperando limosnas de amor, de aceptación o de paz. 

Hoy puede ser el día en que escuches las palabras: “Levántate y anda”.


La clave está en la mirada: “Míranos”


Pedro y Juan no solo pasaron de largo como muchos lo hacían. 

Lo miraron fijamente y le dijeron: “Míranos”. ¡Qué poderosa es esa palabra! 

En un mundo que ha perdido la capacidad de ver al otro con compasión, Jesús nos enseña a mirar con ojos del cielo. 

El cojo los miró esperando recibir dinero, pero recibió mucho más: recibió el poder para caminar.

¿Cuántas veces miramos a Dios solo esperando que nos dé algo material? 

¿Un empleo, un milagro financiero, una sanidad física? 

Pero Dios quiere darte algo mejor: 

Él quiere darte la capacidad de caminar espiritualmente, de levantarte con identidad, con propósito, con fe.


La declaración que lo cambió todo


Pedro le dijo: “No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy: 

En el nombre de Jesucristo de Nazaret, ¡levántate y anda!”

Aquí está el secreto del coach cristiano de vida que se apoya en la Palabra de Dios: no se trata de cuánto tienes, sino de a quién tienes. 

Pedro no tenía dinero, pero tenía a Jesús. 

Y cuando tienes a Jesús, lo tienes todo.

Esta es una palabra profética para ti hoy: no necesitas más recursos, necesitas más fe; no necesitas más excusas, necesitas más poder espiritual; no necesitas más tiempo, necesitas una palabra del cielo. 

Cuando Cristo habla, los cojos caminan, los muertos resucitan, y los que estaban perdidos encuentran dirección.


Levantarse es un acto de fe


Dice el texto que Pedro tomó al hombre por la mano derecha y lo levantó. 

¡Qué acto tan hermoso! 

No solo le dio la palabra, también le extendió la mano. 

Y en ese momento, sus pies y tobillos cobraron fuerza.

Aquí hay una lección práctica para todo coach cristiano: la fe no es pasiva, la fe se pone en acción. 

El hombre cojo pudo haber dicho: 

“No puedo”, pero eligió confiar en la palabra de autoridad que Pedro le dio. 

Ese es el punto de quiebre de toda transformación: cuando decides creerle a Dios por encima de tus circunstancias.


Cuando Cristo te levanta, tu vida se convierte en testimonio


Inmediatamente el hombre se levantó, caminó, entró en el templo —algo que nunca había hecho antes— y comenzó a andar, saltar y alabar a Dios. 

¡Qué escena tan gloriosa!

Este es el poder de una vida transformada por Cristo: pasa de la dependencia a la adoración, del lamento a la alabanza, del estancamiento a la misión. 

Ya no pedía limosna. 

Ahora era un adorador, alguien que testificaba con cada paso.

Como coach cristiano, te animo hoy a ver tu dolor como un testimonio en proceso. 

Lo que hoy es tu debilidad, mañana será tu ministerio. 

El mismo Dios que usó a Pedro y a Juan quiere usarte a ti para extender la mano a los que están postrados.


Palabras clave para tu corazón 


Si estás leyendo esto porque buscaste en Google o en redes sociales frases como:

  • “Cómo salir adelante con fe”

  • “Motivación cristiana basada en la Biblia”

  • “Enseñanzas del libro de los Hechos”

  • “Coach cristiano de vida”

  • “Palabras de esperanza cuando me siento estancado”

  • “Cómo tener una vida plena con Cristo”

Entonces has llegado al lugar correcto. Porque no estás leyendo esto por casualidad. 

Estás leyendo porque el Espíritu Santo quiere hablar a tu vida.


¿Qué podemos aprender como Cristianos?


Como Cristianos, creemos en un Jesús vivo que sana, salva y transforma. 

Creemos en un día sagrado para reconectar con nuestro Creador, y que el cuerpo humano es templo del Espíritu Santo. 

Este relato en Hechos 3 nos recuerda la importancia de:

  1. Buscar la presencia de Dios diariamente, no solo en un día.

  2. Extender nuestras manos a los necesitados, como Pedro lo hizo.

  3. Testificar del poder de Cristo, no solo con palabras, sino con hechos.

  4. No depender de las cosas materiales, sino vivir por fe.

  5. Alabar a Dios con gozo, incluso después de las pruebas más difíciles.


Historia real inspirada en Hechos 3


Conocí a Martín en una serie de conferencias evangelísticas. 

Era un joven de 30 años que había estado postrado emocionalmente por el abandono de su padre, una adicción oculta y una baja autoestima que lo paralizaba en todas las áreas de su vida. 

Había intentado terapias, medicación, incluso prácticas espirituales alternativas… pero nada le devolvía la alegría.

Una noche, mientras compartía una reflexión basada en Hechos 3, él rompió en llanto. 

Se identificó con el hombre cojo. 

Sentía que había estado toda su vida esperando una “limosna” de afecto, reconocimiento y paz. Esa noche oramos juntos y le dije: 

“No tengo oro ni plata, pero tengo a Jesús”. 

Y fue en ese instante que el poder del Espíritu Santo comenzó su obra.

Hoy, Martín es líder de jóvenes, comparte su testimonio en escuelas e iglesias, y camina con una identidad firme en Cristo. 

Porque cuando Jesús te toca, no solo te levantas… ¡caminas hacia tu propósito!


¿Estás listo para levantarte?


No importa cuán larga haya sido tu espera. 

Hoy es el día para dejar la puerta llamada Hermosa y entrar al templo de Dios con alabanza. 

Hoy es el día para dejar de pedir migajas y comenzar a caminar como hijo del Rey. 

Hoy es el día para que digas con fe: 

“En el nombre de Jesucristo de Nazaret, me levanto”.

Recuerda siempre esto: cuando Cristo está en tu vida, lo imposible se hace posible, lo estancado se pone en movimiento, y lo muerto resucita.


Tu vida es un mensaje de esperanza


La historia del cojo de nacimiento es la historia de todos nosotros: alguna vez estuvimos paralizados por el pecado, por el miedo, por el dolor. 

Pero Dios no nos deja donde nos encontró. 

Él nos restaura, nos fortalece y nos lanza al mundo como testigos vivos de Su gracia.

Si hoy estás leyendo esto y sientes que es tiempo de levantarte, entonces este mensaje ha cumplido su propósito.

Con amor, convicción y esperanza en el nombre de Jesús,

Juan Manuel
Coach Cristiano de Vida – Inspirando Vidas con Propósito

viernes, 23 de mayo de 2025


¿Cristianos solo de nombre?

La verdad que puede cambiar tu vida hoy


¿Alguna vez te has preguntado si realmente estás viviendo como un verdadero cristiano? Muchos hoy en día llevan el título, pero en su corazón y en su forma de actuar, parecen desconocer quién es Cristo realmente. 

La pregunta poderosa que debemos hacernos es: ¿Somos cristianos solo de nombre o estamos viviendo una vida transformada por Jesús? 

La diferencia es abismal, y el momento de decidir es ahora. 


El llamado urgente a vivir conforme a Cristo 

¿Qué significa realmente ser cristiano?


Ser cristiano no es solo aceptar una religión o asistir a la iglesia los Sábados o los domingos. 

Es un compromiso profundo, un cambio de vida radical que refleja en cada acción, palabra y pensamiento la huella de Jesús. 

La Biblia nos recuerda con claridad: 

“Si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17). 

Este versículo no es solo una expresión bonita, sino una verdad poderosa que debe impactar cada rincón de nuestra existencia.


¿Por qué muchos se llaman cristianos, pero viven como si nunca hubieran conocido a Cristo?


La respuesta radica en la superficialidad de muchas religiones y en una fe que no ha sido verdaderamente transformada. 

La religión sin transformación es como un árbol sin raíces: puede tener una apariencia externa, pero carece de vida verdadera. 

La falta de una relación auténtica con Cristo genera una fe de apariencia, una religiosidad que solo se manifiesta en rituales y palabras, pero no en acciones ni en la transformación del carácter.


¿Es válido decir: “Soy así, es mi naturaleza, y tengo derecho a comportarme así”?


Esta excusa, aunque común, no tiene respaldo bíblico ni conduce a la verdadera libertad que Cristo ofrece. 

La Palabra de Dios nos enseña claramente: 

“Por tanto, si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas”. 

No podemos justificar nuestro comportamiento en nuestra naturaleza caída, porque en Cristo somos nuevas criaturas, con una nueva naturaleza, capacitados para vivir en santidad y en victoria.


El poder de la mente y las 

palabras en la vida cristiana


A través del coaching de vida cristiana y principios de Programación Neurolingüística (PNL), entendemos que nuestros pensamientos moldean nuestras decisiones y nuestro destino. Si repetimos constantemente que no podemos cambiar, estamos reforzando una mentira. 

La buena noticia es que en Cristo podemos renovar nuestra mente y cambiar nuestro carácter. 

La Biblia nos anima: 

“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:13). 

Cuando alineamos nuestras palabras con la verdad de Dios, nuestra mente se transforma, y nuestra conducta también.


¿Vivir para el placer momentáneo o para la eternidad?


Jesús nos advierte con autoridad: 

“¿De qué le sirve al hombre ganar el mundo entero si pierde su alma?” (Mateo 16:26). 

La vida en este mundo es pasajera, efímera, y todo lo que buscamos por placer o por éxito material no tiene comparación con la eternidad. La verdadera vida cristiana implica renunciar a los placeres temporales y enfocarnos en construir un legado eterno, en vivir para la gloria de Dios y para la salvación de nuestras almas.


El verdadero cristiano vive como Cristo


No porque sea perfecto, sino porque ha decidido seguir a Jesús con todo su corazón. 

La vida cristiana auténtica exige negarse a uno mismo, tomar la cruz cada día y vivir en obediencia a la Palabra. 

Jesús prometió una vida en abundancia para quien decide seguirlo de verdad. 

No una vida sin problemas, sino una vida llena de propósito, paz y victoria en medio de las dificultades.


¡Es hora de una decisión radical!


Hoy puede ser el día en que decidas renovar tu mente, rendir tu corazón y vivir como un verdadero hijo de Dios. 

No te conformes con una religión superficial o con una vida que no refleja a Cristo. 

La verdadera fe transforma, libera y llena de propósito cada día de tu existencia.


Sé luz en medio de la oscuridad


En un mundo lleno de incertidumbre, violencia y oscuridad espiritual, tú puedes marcar la diferencia. 

Sé luz, sé ejemplo, sé testimonio vivo del amor de Cristo. 

La verdadera identidad del cristiano se refleja en su testimonio, en su conducta y en su impacto en los demás.


No seas solo cristiano de nombre, 

sé cristiano de corazón y de acción


La diferencia entre un cristiano de nombre y uno de verdadera transformación es la evidencia en su vida diaria. 

La fe sin obras está muerta (Santiago 2:17). 

Por eso, hoy es el momento de actuar, de cambiar, de comprometerse con una vida que refleje a Cristo en cada decisión, en cada palabra y en cada acción.


En conclusión


No seas solo cristiano de nombre. 

La verdadera fe requiere una transformación radical. Vive conforme a Cristo, renueva tu mente, y sé la luz que impacta a tu entorno. 

La eternidad te espera, y tu vida puede ser un testimonio poderoso del amor y la gracia de Dios. 

Hoy es el día para tomar esa decisión que cambiará tu destino y te llevará a vivir la vida abundante que Jesús prometió.

Juan Manuel

Que esta inspiración te motive a dar el paso decisivo hacia una vida auténtica en Cristo. 

¡No esperes más! 

La transformación comienza hoy.