UN LLAMADO DE ATENCIÓN

UN  LLAMADO  DE  ATENCIÓN

Querid@s  amig@s, ¿que es lo que estamos dispuestos a hacer para alcanzar nuestra salvación? 

¿hasta donde conocemos lo que Dios requiere de nosotros para nuestra salvación?

¿estamos seguros de que somos salvos?

estas son algunas preguntas que muchas personas deberían hacerse, y es que si no nos preocupamos de conocer el plan que Dios hizo para salvarnos seremos engañados con facilidad por quienes torciendo las enseñanzas de la palabra de Dios, que se encuentran en la Santa Biblia, implementan una serie de ritos y ceremonias que tienen la apariencia de salvar al pecador pero que en realidad no sirven de nada.

Cuando el hombre cometió pecado al desobedecer a la voz de Dios en el edén se produjo una separación entre un Dios santo y puro y el hombre haciéndose necesario de un mediador entre Dios y el hombre.

"Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre"

 ( 1 Timoteo 2:5).

 El cual nos mostraría el camino de salvación, "Jesús dijo: Yo soy el camino la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mi".  (Juan 14:6).

 Solo existe una forma en que podemos ser salvos y esa forma es por el nombre de Jesucristo el cual cargo con nuestros pecados en la cruz del calvario.

"Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos". (Hechos 4:12).

"Quien llevo en mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados. (1 Pedro 2:24).

Bien sabemos por lo que hemos leído de la palabra de Dios que Jesús es nuestro mediador para dirigirnos a nuestro Dios, y que es el único camino que nos lleva a la presencia de Dios ya que en ningún otro hay salvación porque al llevar en la cruz nuestros pecados se convirtió en nuestro redentor, sin embargo hay quienes enseñan que confesando nuestros pecados a otros pecadores que tienen un cargo ministerial, pueden mediante una serie de rezos que les dan, obtendrán el perdón de esos pecados,

pero eso es completamente falso, ya que al  único que debemos confesar nuestros pecados es a Cristo ya que es el único que tiene la capacidad de perdonarnos y presentarnos ante Dios libres de todo pecado.

Y cuando pequemos contra una persona dice Dios:

"Pero yo os digo que cualquiera que se enoja contra su hermano, sera culpable de juicio y cualquiera que diga necio, a su hermano sera culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: fatuo, quedara expuesto al infierno de fuego.

Por tanto si traes tu ofrenda al altar, y allí te acuerdas que tu hermano tiene algo contra ti.

Deja allí tu ofrenda delante del altar, y anda reconciliate primero con tu hermano y entonces ven y presenta tu ofrenda".  (Mateo 5: 22,23)." Confesaos vuestras ofensas uno a otros, y orad uno por otros, para que seáis sanados la oración eficaz del justo puede mucho.  (Santiago 5:16).

Cuando pecamos contra nuestros hermanos desobedeciendo la orden de amarnos los unos a los otros y esto es pecar primeramente contra Dios, así que aparte de confesarle a Dios nuestro pecado contra el hermano y pedirle su perdón, debemos buscar al hermano para pedirle su perdón y poder restaurar nuestra comunión con Dios y el hermano.

Y en caso que el hermano no nos quiera perdonar debemos pedir la compañía de un hermano fiel a Dios para con la presencia del hermano pedirle perdón con el por testigo de nuestro arrepentimiento por el agravio hecho al hermano.

Amig@s  esta es la única forma de obtener el perdón de nuestros pecados y presentarnos a Dios limpios de toda maldad es pues necesario que estemos vivos para obtener la salvación ya que cuando morimos ya no se podrá hacer nada, ni las oraciones de los que nos quieren ni ninguna misa o ceremonia religiosa podrá cambiar nuestra situacion en el día del juicio. Lo que no hemos logrado en la vida no lo lograremos en la muerte.

Por eso mis querid@s amig@s esforcémonos por mantenernos en comunion con nuestro Dios a fin de alcanzar la salvación ofrecida gratuitamente desde el trono de nuestro Dios. 

Que Dios nos bendiga, nos guarde e ilumine.

Juan Manuel

P.D. Compartir este mensaje.