Translate

lunes, 12 de febrero de 2024


UN CAMBIO DE VIDA




Querido/a lector/a,

Hoy, quiero compartir contigo un mensaje de esperanza y transformación a través de Cristo. 

Sé que quizás te encuentras en un momento de tu vida en el que sientes la necesidad de hacer un cambio, de encontrar un propósito más profundo y vivir de acuerdo a la voluntad de Dios.

 Permíteme recordarte que no estás solo/a, Dios siempre está contigo, y en Él encontrarás la fuerza y la guía para hacer ese cambio significativo en tu vida.

La vida, como bien sabes, está llena de altibajos. 

Nos enfrentamos a desafíos y pruebas constantes, a veces sin saber cuál es el propósito detrás de ellas. Sin embargo, Dios nos ha dejado un legado de esperanza a través de su Hijo Jesucristo, quien nos trajo salvación y una nueva vida en Él. 

La Biblia dice en Juan 3:16:

"Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna". 

Esta es la base sólida sobre la cual podemos construir nuestra fe y también la motivación para hacer un cambio genuino en nuestra vida.

La primera pregunta que podemos hacernos es: ¿qué significa entregarnos a Cristo? 

Entregarnos a Cristo implica reconocer nuestras limitaciones y pecados, y aceptar a Jesús como nuestro Salvador personal. 

Es invitarlo a entrar en nuestra vida y permitir que Él sea el centro de nuestra existencia. Al hacerlo, nos comprometemos a seguir sus enseñanzas y a vivir de acuerdo a su voluntad para nosotros.

Textos como Romanos 12:1-2 nos exhortan a presentarnos como sacrificio vivo ante Dios: 

"Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. 

No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál es la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta".

Entregarnos a Cristo implica también un cambio en nuestro estilo de vida. 

Ya no viviremos según nuestros propios deseos y ambiciones, sino que buscaremos agradar a Dios en todo lo que hacemos. 

La Biblia nos insta a renunciar al pecado y a vivir una vida conforme al propósito de Dios para nosotros. 

Gálatas 5:22-23 nos dice: 

"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley".

Entregar nuestra vida a Cristo no solo implica cambios internos, sino también una transformación en nuestras acciones y relaciones con los demás. 

Jesús nos enseñó a amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, a perdonar a aquellos que nos han hecho daño y a ser misericordiosos como nuestro Padre celestial es misericordioso. En Mateo 5:16, Jesús nos anima a ser luz en el mundo: 

"Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos".

Al entregar nuestra vida a Cristo, también recibimos el regalo del Espíritu Santo. 

Él es quien nos guía, nos consuela y nos da poder para vivir de acuerdo a la voluntad de Dios. 

Gálatas 5:25 nos dice: 

"Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu". 

Con la ayuda del Espíritu Santo, podemos superar las tentaciones y luchar contra las influencias negativas que nos rodean.

Es importante recordar que entregar nuestra vida a Cristo no es un proceso de una sola vez, sino una decisión que debemos tomar todos los días. Quizás enfrentaremos momentos de duda y debilidad, pero debemos recordar que Dios es fiel y está dispuesto a ayudarnos en nuestros momentos más difíciles. 

El apóstol Pablo escribió en Filipenses 1:6: 

"estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo".

En conclusión, querido/a lector/a, entregar nuestra vida a Cristo y hacer un cambio en nuestro estilo de vida no es solo una opción, sino una necesidad. 

Dios nos ofrece la oportunidad de una nueva vida en Él a través de su Hijo Jesucristo. 

Al hacerlo, seremos guiados por su verdad y su amor, y encontraremos verdadera paz y propósito en nuestras vidas. 

Mi oración es que tomes esta decisión y experimentes la transformación que solo Cristo puede traer.

Recuerda, no estás solo/a en este camino. 

La comunidad cristiana está llena de hermanos y hermanas dispuestos a caminar contigo y apoyarte en tu viaje espiritual. Busca una iglesia local donde puedas crecer en tu fe y recibir el aliento de otros creyentes. 

Permítele a Dios trabajar en ti y guiar tus pasos mientras caminas de acuerdo a su voluntad.

 Que la gracia y la paz de nuestro Señor Jesucristo estén contigo!


Juan Manuel

No hay comentarios: