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jueves, 15 de febrero de 2024

UNA GRAN TAREA

La tarea que nos encomendó Cristo antes de regresar al cielo al lado de su padre, es la Gran Comisión, que se encuentra registrada en: 
Marcos 16:15-16: 

"Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 

El que creyere y fuere bautizado, será salvo; mas el que no creyere, será condenado".

La Gran Comisión es una llamada a compartir el evangelio de Jesucristo con todas las personas y a hacer discípulos de todas las naciones. 

Es una tarea que Jesús dejó a sus seguidores y que tiene un impacto trascendental en el mundo.

Para prepararnos y llevar a cabo esta tarea de manera efectiva, hay varios aspectos importantes que debemos tener en cuenta:

1. Conocer y vivir el evangelio: 

Antes de poder compartir el evangelio con otros, es fundamental tener un conocimiento profundo y personal de lo que Jesús hizo por nosotros en la cruz. Debemos comprender y creer en el mensaje de salvación y ser transformados por el poder del evangelio en nuestras propias vidas.

2. Desarrollar una relación íntima con Dios: 

Para poder llevar la buena noticia a otros, es esencial tener una relación cercana con el Señor. 

Esto implica dedicar tiempo diario a la oración, estudio de la Biblia y adoración. 

Al fortalecer nuestra comunión con Dios, seremos más sensibles a su dirección y guía en nuestra misión.

3. Ser llenos del Espíritu Santo: 

Jesús prometió enviar al Espíritu Santo para capacitarnos y empoderarnos en nuestra tarea. 

Debemos buscar ser llenos del Espíritu Santo, permitiendo que él nos guíe, nos dé sabiduría y nos capacite para ser testigos eficaces.

4. Estudiar y conocer la Palabra de Dios: 

Para compartir efectivamente el evangelio, debemos tener un conocimiento profundo de las Escrituras. 

Esto implica estudiar y comprender la Biblia, meditar en sus enseñanzas y estar listos para responder a preguntas y desafíos.

 Además, debemos estar dispuestos a vivir de acuerdo con la palabra de Dios, siendo ejemplos vivos de su amor y verdad.

5. Desarrollar habilidades de comunicación: 

Es importante aprender a comunicar el evangelio de manera clara y efectiva. 

Esto implica mejorar nuestras habilidades de hablar en público, de manejar preguntas y objeciones, y de conectarnos con las personas a través de una comunicación efectiva y compasiva.

6. Amar y servir a los demás: 

La tarea de compartir el evangelio no solo implica predicar con palabras, sino también vivirlo en nuestros actos diarios. Debemos amar y servir a los demás de la misma manera que Jesús lo hizo, mostrando compasión, generosidad y sacrificio. 

Ser una luz en el mundo y estar dispuestos a ayudar a aquellos en necesidad es una manera poderosa de comunicar el amor de Dios.

7. Estar dispuestos a pagar el costo: 

La tarea de compartir el evangelio puede involucrar sacrificio y enfrentar dificultades. 

Debemos estar dispuestos a enfrentar la oposición, la crítica y los desafíos que puedan surgir. 

Jesús nos advirtió que seríamos perseguidos por su causa, pero también nos aseguró que estaría con nosotros hasta el fin del mundo.

En resumen, la tarea que Cristo nos encomendó antes de regresar al cielo es la Gran Comisión. 

Para prepararnos y cumplir con esta tarea, debemos conocer y vivir el evangelio, desarrollar una relación íntima con Dios, ser llenos del Espíritu Santo, estudiar y conocer la Palabra de Dios, desarrollar habilidades de comunicación, amar y servir a los demás, y estar dispuestos a pagar el costo. 

Estos aspectos nos prepararán para ser testigos eficaces y cumplir con el mandato de Jesús de llevar el evangelio a todas las naciones.


Que Dios nos bendiga, nos guie e ilumine


Juan Manuel


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