NUESTRO DEBER

NUESTRO  DEBER

Querid@s  amig@s,  Dios envió a su hijo al mundo para salvarnos del pecado en que vivimos y darnos la vida eterna, pero es necesario que primero reconozcamos nuestra condición de pecadores, a diferencia de las enfermedades en que se manifiesta la enfermedad con síntomas evidentes y se confirman con exámenes clínicos, en muchos casos no se notan las evidencias del pecado por que la escala de valores morales que tiene el mundo ha sido cambiada hasta considerar que  lo que Dios condena como pecado es una simple falta o un error.

Amig@s  Dios no puede ser burlado ni cambia, lo que el condenaba en el pasado hoy también condena, últimamente varios países están legalizando la situación de personas que viven en pecado, con la excusa de los derechos humanos las mas terribles concupiscencias las mismas que hicieron que Dios destruyera Sodoma y Gomorra   se están repitiendo, sin embargo  Dios no los va a destruir como lo hizo en el pasado, sino que los va a reservar para ser castigados en el tiempo determinado en que juzgara a todas las personas.

Hermanos si no rechazamos el pecado en todas sus formas seremos culpables de omisión  Dios nos ha puesto como sus mensajeros para amonestar al mundo de su pecado afín de que se arrepientan  y el los salve, pero si nosotros fallamos en nuestra misión no haciendo ver a las personas que lo que hacen es un pecado contra Dios y que deben arrepentirse del mal, serán condenadas por sus pecados pero Dios demandara su sangre de nuestras manos, pero si los amonestamos y no se arrepienten y se apartan de su maldad morirán, pero nosotros habremos librado nuestra alma.

Dios en su infinito amor por nosotros nos da hoy la oportunidad de cambiar, y vivir una vida que sea de su agrado y lo único que tenemos que hacer es arrepentirnos de nuestros pecados, confesar a Dios todo lo malo que hemos hecho y entregarnos a Cristo para que el nos trasforme en nuevas criaturas y andemos  ya no como el mundo sino como Cristo anduvo.

El dia es hoy y ahora , no mas tarde ni mañana, nosotros no sabemos si estaremos con vida mañana , no desperdiciemos la salvacion que que costo la sangre de Cristo.

Que Dios nos ayude a tomar el camino correcto y vivir para alabar y glorificar a Dios.

Juan Manuel.