LA PRESENCIA DE DIOS

Es cierto que si nos hemos arrepentido de todo corazón y nos hemos entregado a Cristo el nos libra de todo lo malo que hemos hecho y su sangre cubrirá nuestros pecados haciéndonos santos ante Dios, también es cierto que en nosotros debe haber una trasformación completa de nuestra forma de vivir.
En primer lugar.- Debemos despojarnos de todo lo que es ofensivo a Dios, las cosas que no quisiéramos que Dios viera como parte de nuestras pertenencias.
En segundo lugar.- Debemos de cuidar todo lo que vemos, decimos u oímos por que ahora pertenecemos a Cristo y somos sus representantes en la tierra.
En tercer lugar.- Debemos de compartir la palabra de Dios con los que nos rodean por que Dios nos eligió como sus representantes para llevar su palabra al mundo entero, para que todo aquel que lo reciba y se convierta de todo corazón a Cristo, sea trasformado por su poder y el lo salve el día del juicio final.

Seamos pues consecuentes con nuestra vocación cristiana y andemos como el anduvo que todo lo que hagamos, decimos u oímos este respaldado por la palabra de Dios.
Que Dios nos bendiga, nos guarde e ilumine.
Juan Manuel.
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